Blecua - Vino D.O. Somontano - 750 ml

COMENTARIOS DEL ENÓLOGO En el momento de verter el vino en la copa observamos ya los síntomas de que nos espera un gran vino, por su capa densa, profunda y opaca, así como por su tonalidad difícilmente alterable por el paso del tiempo. La nariz es profunda, intensa y muy compleja. Ofrece una secuencia de sensaciones nobles y elegantes, minerales, frutas negras maduras, bosque frondoso, cigarro habano y chocolate negro. En el paladar es un espectáculo que ofrece nuevamente un cúmulo ordenado de sensaciones satisfactorias en consonancia con la nariz, complementadas por el peso y el volumen. Es muy sabroso y tiene gran longitud, con un tanino amable que lo hace realmente elegante y, ciertamente, muy interesante..

SERVICIO Debe ser servido a una temperatura entre 16 y 18ºC . Por su gran complejidad, y para obtener su máxima expresión, se recomienda abrir la botella una hora antes de su consumo o bien decantarlo. Resulta ideal para acompañar platos de textura robusta y sabor. Sin duda evolucionará favorablemente durante la próxima década..

VENDIMIA La vendimia 2009 será siempre recordada por tener que ser adelantada tras un verano “récord” de calor. La causa de este adelanto, como en casi todo el sur de Europa, fue el extraordinario calor sufrido en el mes de agosto, siendo destacable que la segunda quincena de agosto fue la más tórrida del Somontano en los últimos años. En Viñas del Vero, la vendimia se inició en la medianoche del 20 de agosto con el Chardonnay de Torre Lapiedra. Hay que destacar que la climatología fue extrema durante todo el año. El invierno fue muy frío con intensas lluvias. La época previa a la floración se caracterizó por suaves temperaturas, numerosas precipitaciones y viento continuo en las horas centrales del día. Como consecuencia, se produjo un crecimiento vigoroso de las plantas manteniéndose las reservas de agua del suelo; lo que limitó el desarrollo de las enfermedades fúngicas y favoreció la ausencia de plagas. Las heladas respetaron prácticamente la totalidad de los pagos, lo que se aprovechó para adelantar los trabajos de “briba” (eliminación de los brotes sobrantes para controlar la producción) que llevaron a la floración de las variedades a finales de mayo e inicios de junio. El vigor del viñedo y la climatología permitieron un buen cuajado del fruto en todas las variedades, lo que hizo augurar una gran cosecha en cantidad. Sin embargo, debido a las condiciones de excepcional calor y ausencia de lluvias (1,6 mm de lluvia, temperatura media de 26,2ºC y temperatura máxima de 37,1ºC), recibimos unas uvas especialmente concentradas y sanas. La vendimia la terminamos el 6 de octubre con nuestras últimas uvas de Garnacha en Secastilla..